miércoles, 30 de enero de 2008

Chisme BOMBA: Andea Jaramillo consigue novio

Nos acabos de enterar, que la Señorita Andrea Jaramillo, hija de la conocidisima Martha Hernández, después de mucho luchar, por fin consiguió novio.
¿Pero quién es el famoso novio?, pues nada mas y nada menos que el cantante puertorriqueño Ricky Martin, que ahora se están dando un tiempo, pues él acabo su gira y se fue a relajarse de todas las trabas posibles, incluida su novia.
el otro rumor que rodea al famoso artista y la repelente niña es que , al parecer está EMBARAZADA; es necesario repetir que esto es un rumor, pues al parecer ella no se ha hecho la prueba (puede ser solo un malestar estomacal).

lunes, 28 de enero de 2008

Una experiencia con ladrones.

Era una tarde (6:00pm) oscura, pero no muy fría. Costa Rica se caracterizaba por ser de clima húmedo y cálido, pero ese día en especial estaba marcado por algo mas que el clima.
-¡Es delicioso pasar juntos el domingo!- dijo Yohanna.
-Sí, es cierto-dijo Andrea, disfrutando de la tarde- pero me urge entrar al baño....
- Si no fuera por esos detalles la tarde sería perfecta- mencionó el padre de Andrea y Yohanna.
Todos estaban cómodamente sentados en la sala viendo un programa de televisión (excepto de Andrea, que pasaba ya sus cinco minutos en la sala de "purificación").
La casa donde habitaba la familia Jaramillo Hernández era extraña. Era una casa grande, blanca, con unas insignificantes ventanas, tenía un parqueadero bastante grande, donde se podía estimar el cupo de 3 carros. Adentro la casa se dividía en tres apartamentos: uno , el más grande, era del dueño de la casa, un señor osco, de una apariencia baja, regordete, calvo, blanco, pero con una edad de no mas de 45 años, este había tenido altercados con los habitantes del segundo apartamento: era una Familia de extranjeros con una gata costarricense. La familia estaba constituida por Germán, el padre, un señor trabajador y responsable; Martha, la madre, la típica madrea cariñosa, incondicional e igualmente trabajadora; Andrea, la hija mayor, estudiosa y repelente; Yohanna, la hija menor, responsable y asustadiza; y por último la gata, comelona y con las mañas de una "tica"(costarricense). En el último apartamento vivía una pareja de extranjeros: la chica, enseñaba inglés a las hijas de Martha, y el chico pintaba; lo dos amables y reservados.
Esa misma tarde pasados unos 20 minutos Andrea pálida y asustada sale del baño
-¡Mami, papi; estoy segura de que alguien esta afuera!.
-¿De qué rayos estas hablando?-insinuó Yohanna.
-Estaba en el baño, simplemente....esperando-explicó Andrea-y oí algo, algo en el jardín de afuera, se escuchaba como si alguien caminara en las piedritas...
-¿Tú estás segura?-menciono la madre.
-Sí mami, yo estaba muy silenciosa, lo pude oír.
-¡Tenemos que hacer algo!-señaló el padre, mientras Yohanna sollozaba-¡Apaguen todo!- de inmediato apagaron el TV, el PC y todas las luces de la casa. En ese mismo instante todos se pusieron nerviosos y alerta.
-¡Andrea llama a la policía y explícales todo!-ordenó la madre
-¿Mami, realmente es necesario?-preguntó Yohanna.
-Es que, no hay nadie en ninguno de los otros apartamentos, y la casa del señor Conejo, esta oscura, y su puerta está entreabierta. Ninguno de sus vehículos está estacionado.
-Seguro que salieron!-sugirió la madre de manera nerviosa- Andrea ve y llamas a la policía-ordenó mientras Andrea corría hacía la única habitación del apartamento.
-Yo no veo nada, mami-dijo Yohanna mientras miraba por una ventana circular que daba hacía el garaje.
-Voy por el machete-insinuó el padre.
-Mami, hasta Almendra está alterada-dijo Yohanna.
Andrea salia de la habitación al igual que el padre con el machete en la mano.
-¡Han visto a alguien?-preguntó el padre, mientras todo estaba oscuro y susurraban informándose.
-No-señaló Yohanna.
-Andrea que dijeron cuando llamaste?-pregunto la madre.
-Que vienen para acá- respondió Andrea.
Esperaron 15 minutos aproximadamente, mientras se asomaban en la perciana de la ventana circular tratando de ver alguien, cuando llegó la policía tica, llamando por el citófono, Andrea en seguida dio el timbrazo para que pudieran pasar.
-Ustedes han llamado a la policía- dijo un uniformado
-Sí, creemos que alguien ha entrado en la casa del dueño, pues sus carros no están y la puerta está entreabierta- explicó el padre
-Y yo oí algo, mientras estaba en...en..el baño-comentó Andrea.
-Entraremos-dijo el uniformado.
Así fue, un grupo de policías entraron en la casa del señor Conejo, y otro grupo en el apartamento de los extranjeros. De repente de la casa del señor Conejo sacan una persona, tenia los ojos hinchados como si hubiera dormido largas horas, era calvo, rechoncho y blanco.
-Yo...yo..y...yo-no he ...hecho...na..na...nada-comentó el señor Conejo asustado
-¿Quién es él?-preguntó un uniformado, mientras el grupo que revisaba el apartamento de los extranjeros bajaba sin ninguna noticia.
-El dueño de la casa jeje..jaja-explico el padre
-Así que parece que fue una falsa alarma-comentó el uniformado
-Sí, eso parece-concluyó el padre mientras el uniformado soltaba al señor Conejo y este bajaba los brazos.
-Bueno... si no es mas nosotros nos retiramos-menciono el uniformado saliendo de la casa con un grupo de personas
-Si, claro-mencionó incómoda pero reteniendo la risa la madre
-Nosotros entramos, que pena la molestia-comentó el padre
Toda la familia entraba al apartamento mientras que el señor Conejo se quedaba furioso y solo.
-Ay! mami un ladrón, un ladrón- imitó Yohanna mientras todos reían del episodio
-Por lo menos alguien tubo lo que se merecía- dijo la medre- para que vea el tal Walter Conejo.


Una historia de la vida real.
Escrita por: Yohanna Jaramillo Hernandez.

domingo, 20 de enero de 2008

Cedrito

El abuelo Jesús (padre de Alfonso) vivió en casas muy grandes, una de ellas en Apulo, casa en la que había habitado años antes el General Reyes, y otras ubicadas en Tocaima, todas en climas cálidos que le hacían bien a la salud del abuelo. Una de las razones por las que las casas eran tan grandes era que cada una de las familias de sus hijos tenia una habitación, que ocupaban en época de vacaciones. La abuela Cecilia cerraba la de ella con candando, pues allí guardaba cualquier variedad de elementos, como sabanas y toallas (todas blancas) loza, cobijas, catres y juncos, que en el salón mas grande de la casa, a la hora de dormir se acomodaban, para que varios de los 48 primos descansaran flácidamente, eso sin contar a los tíos (hermanos de Alfonso), sus esposas, amigos e invitados.

El mayordomo del abuelo Jesús, Cedrito, se dedicaba a la cocina y el cuidado general de la casa, y apreciaba a cada uno de los miembros de la familia como si fueran de la suya. Era un hombre alto de rasgos orientales, y cuando la comida estaba lista tomaba dos tapas de ollas y hacia "música" con ellas para llamar la familia a la mesa.

Cerca de la casa de apulo, se encontraban un Hotel y un Club, el primero destruido y abandonado por un incendio el segundo descuidado y sin administración, establecimientos utilizados antes por dirigentes de la patria (ja) y 'ampones' invitados, hasta que ... el abuelo Jesús y sus amigos decidieron restaurar la piscina olímpica del hotel y algunas funciones del Club, así que en cada época vocacional la familia se divertía por las mañanas en la piscina y en las tardes en el club, con juegos de mesa, zonas verdes, etc. Los domingos se aprovechaban para comer el la plaza del pueblo 'remontao', una preparación típica que combina el tamal, con lechona en su superficie.

Cerca del año 63 Cedrito gano una apuesta de caballos 'Cinco y Seis', y muy noblemente decidió compartirla con cada uno de los miembro de su familia, así fue como cada uno de los hijos, y nietos del abuelo Jesús recibieron en sobre blanco el dinero equivalente, cada uno recibió su regalo, sin excepción alguna.

Cedrito siempre se había notado preocupado por enfrentar la vida al momento en que el abuelo faltara, pero esa no fue suficiente razón para dudar en compartir su triunfo. Muchos años después con una edad algo avanzada, Cedrito vivió con un hermano de Alfonso, Cedrito sufría de una ulcera el la pierna, y la familia acordó temporalmente reunir dinero para ayudarlo, pero esto fue por poco tiempo, al parecer después la familia lo olvido.

La enseñanza es: Si ganas la lotería o lo que sea, no la compartas! Después te va a hacer falta.

Si tienen mas información sobre Cedrito o las vacaciones en las casa del abuelo Jesús, cuentenlo a través de los comentarios o mediante un mail a anderajh@gmail.com

Anexo: En una de las casas (Tocaima) el abuelo Jesus organizo una venta del retazos de tela que compraba en Bogotá y revendía en el pueblo, la exhibición se organizaba en catres, la puerta se dejaba abierta y si alguien deseaba comprar tocaba para ser atendido (nunca se supo de alguien que robara). La abuela Ceci estaba siempre atenta a la llegada de las telas, asi esogia las mejores y mandaba a hacer ropa para sus retoñitos.