martes, 23 de septiembre de 2008

¿Alguna vez se ha preguntado por que los hermanos de la familia Hernández Sierra, quedaron asi?

Bueno, les tenemos la respuesta.



Yo me encontraba en mi despacho (jajaja), trabajando arduamente en mi plan de vida (el bachillerato :P), y oigo en las escaleras de mi casa pasos acompañados con voces graves, si, en ellas estaban dos señores famosamente conocidos en esta familia, el Señor Jaime Arturo Hernández Sierra, y el Señor Jairo Alberto Hernández Sierra.

La alegría irradiaba sus sonrisas, por que obviamente comerían en el restaurante Sambal Café, que tiene de propietaria a la Señorita Martha Esperanza Hernández Sierra (también afectada en esta historia).

La sazón y el olor adormecían sus conciencias, y así, dopados, contaron la historia que afectaría su vida para siempre.

Eran chicos, vivían en la casa del general Rafael Reyes (que como dato curioso, después de que esta familia la desalojará se quemo una habitación), y con sus ojos aguados (no se sabe si del adormecimiento o de la nostalgia), recordaron que su madre la Señora Ana Cecilia Sierra, compraba lujosos juguetes en Venezuela para sus queridos y desobedientes hijos.

Ellos se emocionaban al ver juguetes de tal valor, el problema sería, que con sus cualidades de niños desastrosos, su madre, tomaría la desicion de guardarlos en un baúl con llave para que no los dañaran, esto afecto mas de lo que se pensaba en aquellos tiempos a los hermanos Hernández Sierra, es así, como descubrí sus fallas en sus configuraciones infantiles, que dañarían (practicamente), su vida entera :(


Una historia de la vida real
Esta anecdota ha sido modificado en algunas partes por su autora


Si tiene comentarios o alguna otra historia en la que se le pueda meter mano, contacteme johisjarhernandez@gmail.com

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